jueves, 24 de mayo de 2018

A Fuego Negro (San Sebastián)

Bar: A Fuego Negro
Dirección: C/ 31 de Agosto, San Sebastián
Tlfn: 650 13 53 73
Web: www.afuegonegro.com


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Descubrí este bar en el programa "Robin food" de David de Jorge, en el que en un capitulo su invitado fué Edorta Lemo, el chef del A Fuego Negro, donde elaboró sus famosas "black rabas". También he tenido noticias del bar en otros programas y webs que hablaban de pintxos y rutas por San Sebastian.

En mi escapada a Donosti, uno de los bares que tenía en lista para visitar era el A Fuego Negro. Nos ofrece cocina en miniatura con un toque gamberro. Visita obligada en la parte vieja de la ciudad.

Nos encontramos con un local canalla con música soul-funk, con toques callejeros, vinilos, neones y un ambiente desenfadado donde comer elaboraciones diferentes y preparadas al momento.

La carta la podéis ver pinchando "aquí". Al principio puede asustar un poco, pero la camarera te lo explica cada pintxo a la perfección. Te entrega la carta y  te invita a que le preguntes cualquier duda. Disponen de menú degustación por 40€ (sin bebida incluida).

"Rabrownie"

Empezamos con el "Rabrownie". ¿Rabo o Brownie? De brownie sólo tiene la forma y la apariencia. Se trata de un cuadrado de rabo desmigado meloso glaseado con jugo de carne. Un pastel calentito, hecho al momento y con mucho sabor. Le acompaña una espuma de nabo. Muy rico

"¡Ke bab, ke viene!" 

Continuamos con el "¡Ke bab, ke viene!". Se trata de un kebab, pero de los buenos. Un pan de pita pequeño casero, con cordero laminado suave, sabroso y jugoso con sus partes doradas,  lombarda, menta y salsa de yogur casera. Un pintxo que te dan ganas de comer varios. Muy bueno, pintxo que se come en tres bocados y que te dan ganas de más.


"Tortilla de patata"

Al ir a pagar descubrí la tortilla de patata encima de la barra, tenía buena pinta y me decidí a probarla, como gran fan de la tortilla no podía dejar pasar la ocasión. Una tortilla de patata brutal,  tanto es así que después de seguir con la ruta volví a comer otro pintxo. Generoso tamaño, cremosa por dentro, con toques dorados y un sabor que me encantó. Recomendada 100%, la foto habla por sí sola.

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Un bar diferente, canalla, con un ambiente desenfadado, donde te dan a probar una cocina en miniatura creativa, diferente y que merece la pena probar alguna de sus elaboraciones.

Destacar la cercanía de sus camareros, y lo bien que te explican cada plato, y cada duda que te surja.

¡Nos vemos pronto!